“Pues tú has librado mi alma de la muerte,
Mis ojos de lágrimas, Y mis pies de resbalar.
 (Salmos 116: 8)*

Algunos de los hijos de Dios hemos carecido de confianza propia. Otros estamos en el proceso de restauración.

Aún creyendo en su bondad y gracia, cada día confrontamos situaciones con miedo y ansiedades (común en todos nosotros). Muchos se convencen que otros son mejores que ellos, lo cual los puede separar del camino de Dios.

Si uno ha tenido un encuentro vivo con Cristo, nunca sufrirás de un complejo de inferioridad porque te olvidarás de tí mismo. Cuando uno acepta al Cristo Jesús como Señor y Salvador de tu vida, Él renovará tu mente y tu entendimiento (Romanos 12:2). Si crees y obedeces sus Palabras Sagradas día a día, vamos a limpiarnos del qué dirán. Ya no seremos afectados por las opiniones de los demás.

Cristo nos dá una perspectiva nueva, la de Él, y encararemos cada día con confianza. El guiará nuestras veredas:”Reconócelo en todos tus caminos, Y Él enderezará tus veredas.” (Proverbios 3:6)*

REFLEXIÓN

Cristo, deseo vivir para Tí y obedecerte para no ser afectado por lo que otra gente diga o piense de mí. Solo tu opinión cuenta!

¡Amén!

* Biblia versión Reina Valera 1960 (RVR1960)